Un ayuntamiento creó una moneda social, en forma de billetes físicos con estándares anti-falsificación, para dinamizar socialmente un barrio marginal y empobrecido. El objetivo de esta moneda es favorecer la implicación del vecindario en los asuntos de la comunidad, en particular para mejorar la limpieza y ajardinamiento de las calles. Primero, el ayuntamiento consultó a los vecinos para saber lo que es lo que más querían en su barrio y que no había, y estos respondieron espacios verdes y huertos urbanos.
El ayuntamiento construyó estos huertos urbanos, y puso los en alquiler a un coste, el precio del cual se debe pagar en moneda social. Los vecinos consiguen moneda social mediante voluntariado en proyectos para dinamizar la comunidad. Se puede ganar esta moeda con más de 500 actividades de voluntariado como, por ejemplo, la limpieza de las calles, limpiar la el polideportivo del vencindario después de eventos deportivos, poner flores en los huecos de fuera de las ventanas, poner adhesivos de no publicidad en los buzones, plantación de plantas en espacios públicos ¡incluso se llegó a plantar flores en los huecos de los árboles de la calle!
Los vecinos podía utilizar moneda social para hacer intercambios entre ellos, o para pagar comprar productos biológicos, productos hortícolas de temporada, bombillas de bajo consumo, billetes de transporte público, y entradas en el cine del barrio. Además, los vecinos pueden pagar el alquiler del huerto urbano público con moneda social. Mientras tanto, se ha conseguido implicar activamente a la los vecinos en las tareas de voluntariado para la comunidad.
Este sistema, con el nombre de Torekes, se está implementado desde 2011 en la ciudad de Gent (Bélgica) desde el año 2010 (www.torekes.be). Se trata de uno de los barrios más difíciles, con más inmigrantes y diversidad cultural y también de los más empobrecidos. De estas forma favoreciendo a la vez el sentido de comunidad, se remunera el voluntariado y se favorecen comportamientos ecológicos.
EL proyecto se financia con el presupuesto que antes se dedicaba a los servisios que ahora hacen los mismos vecinos del barrio, solo unos 50.000€. Los comercios pueden cambiar la moneda social a Euros (1 toreke = 1 Euro), pero antes de la conversión ha circulado más por la comunidad. Se ha calulado que cada Euros invertido a través de Troekes tiene unas tres veces más impacto que con la forma de gasto anterior, y si se escalara este proyecto a mayor tamaño ¡el impacto sería aún mayor!
AgOrA MoNeTaReA 
28/08/12 at 2:48 pm
un proyecto muy parecido al que se hizo en la ciudad de Curitiba en Brasil, zona deprimida social y económicamente en la que una moneda social sirvió para mejorar la higiene y habitabilidad de la ciudad, y al tiempo, dar un sentido de pertenencia y responsabilidad a la ciudadanía para con la ciudad y en entorno…
28/08/12 at 3:05 pm
Efectivamente Israel, el sistema que mencionas en Curitiva (Brasil) se mentiona también en este blog, en la entrada: Sistema de puntos «verdes».
Otro sistema muy similar a Curitiba, fué el NU-Spaarpass en Rotterdam (Holanda), que además de dar puntos que incentivan el reciclaje para descuentos en el transportes público, los puntos también se obtenían al comprar dentro de una red de tiendas biológicas.
31/08/12 at 4:14 pm
Hola Andreu! 🙂
Me gustan tus entradas del blog.
He leído sobre el Eco-Pesa de Kenya y se parece mucho al modelo del Toreke y al de Curitiva aunque incluye el B2B.
La duda que tengo es como se puede emplear en España y qué implicaciones legales representa. Muchos comercios acabarán cambiando las unidades locales por euros y es como si financiaras directamente al comercio local. En Bélgica intuyo que los comercios cambian Torekes por € a un cambio de 1/1. También es evidente que se trata de trabajo y no voluntariado… ahí puede que haya otro tema legal a superar.
En países empobrecidos creo que salió muy a cuenta realizar estos proyectos por el cambio de moneda. En Kenya invirtiendo 5000$ pudieron crear y mover mucha moneda, pero aquí la cosa se complica.
Saludos!!
2/09/12 at 9:26 pm
Hola Eduard!
Qué bueno que hayas visto el blog ya, y que te guste…
Toreke se parece a Eco-Pesa, pero hay algunas diferencias. Al contrario que Eco-Pesa, Toreke no da micro-créditos y sus vales se aceptan en un tipo mucho más reducido de comercios, solo de productos ecológicos ya que se trata de una política pública verde.
En Kenya, se pueden cambiar 1 a 1, pero con una pequeña tasa por conversión (así que al final la conversión acaba siendo 1 a 0,95, o algo así). De esta forma se desincentiva la conversión y los vales Eco-pesa circulan más ya que los usuarios prefieren no asumir esa penalización. En Bélgica loc comercios verdes sí que se pueden cambiar Torekes por Euros 1 a 1 sin penalización, pero de eso se trata, de canalizar el gasto hacia productos verdes.
En ambos casos se financia directamente el trabajo social, e indirectamente a los comercios asociados, que en Bélgica son exclusivamente verdes, y en Kenya PYMES en general…
En ambos casos se trata de «remuneración» del voluntariado, aunque admito que con las monedas sociales entramos en un gris entre voluntariado y trabajo… En todo caso, ni en Bélgica ni en Kenya los participantes no tienen contratos laborales, y no creo que esa sea la principal ocupación, ni la principal fuente de ingresos, de nadie. Por lo tanto lo considero una forma de compensar el voluntariado, sin que de ningún modo los participantes sean «profesionales» de la economía formal…
En España la ley que rige el voluntariado manda que haya un seguro para los voluntarios. ¿Conoces a algún banco del tiempo, LETS o ninguna otra moneda social en España lo tenga? De momento están bajo el radar de las administraciones…
Las innovaciones nunca suelen adaptarse al sistema a legal preexistente, otra cosa es que el sistema legal tenga que adaptarse a las innovaciones que van surgiendo… ¿quizádeberíamos exigir una regulación específica para monedas sociales? Este sería tema para una nueva entrara del blog…
un saludo, Edu